Con esta receta de hoy no tenéis excusa, es tan fácil y tan rápida que me da hasta verguenza publicarla en un blog de recetas.....
Se pueden comer según las sacas del horno, pero (por darle un poco más de valor al tema...) os propongo una cobertura muy muy fácil también y para que queden de lujo!!
Ingredientes:
Masa de hojaldre (aquí está el truco, si hiciéramos el hojaldre nosotros, la receta se extendería hasta el infinito y sin garantías de que te quede bien a la primera)
Azúcar
200ml de nata
1 tableta de chocolate blanco
Yo he comprado el hojaldre fresco de Mercadona, que está en la zona de refrigerados y vienen dos rollitos.También se puede hacer con el congelado, pero en ese caso hay que dejar que se descongele bien a temperatura ambiente (no lo hagáis en el micro porque queda fatal...) y cuando esté bien descongelado ya lo podemos usar.
Lo primero, como siempre, encender el horno para que vaya calentándose.
En una superficie lisa echamos un poco de azúcar y la extendemos. Ponemos encima la lámina de hojaldre y espolvóreamos más azúcar por encima. Pasamos un rodillo (si no tenéis, vale con una botella limpita) y presionamos ligeramente. El fin no es extender la masa, sino que el azúcar quede bien pegado al hojaldre.
Entonces lo doblamos, cogemos un extremo y lo llevamos hacia el centro, y hacemos lo mismo con el otro extremo. Si vemos que tiene bastante azúcar, pasamos otra vez el rodillo por encima y volvemos a doblarlo igual que antes. Echamos un poquito de azúcar más y lo doblamos por última vez, pero ahora directamente por la mitad.
Ya solo nos queda coger un cuchillo y cortar el rollito de hojaldre resultante en rodajitas de 1 cm aproximadamente.
Ponemos en la bandeja del horno un trozo de papel vegetal para que no se peguen, y las colocamos boca arriba repartidas por toda la bandeja.
Las metemos en el horno, a 180º durante 15 o 20 minutos. Las tenéis que ir observando para que no se quemen, cuando estén un poquito doradas, les damos la vuelta y las dejamos 3 minutillos más.
Como os decía, ya están listas para comer, pero si queréis que queden un poco más esponjosas en lugar de tan crujientes, lo que yo hago es derretir una tableta de chocolate blanco junto con 200 ml de nata y bañar las palmeritas con la mezcla.
También podéis bañarlas con chocolate negro o chocolate con leche.... hay muchas posibilidades!!
Y nada más, a comer!!!
Un besito!
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